
O de cómo voltear la memoria culinaria con desparpajo.

O de cómo voltear la memoria culinaria con desparpajo.

O de aquella maravillosa cantinela: ¡ama, llévame a Igueldo!

O de estar tronado por los vinos y fardar con los amigotes de estar en la onda.

La croqueta, reina de los fritos, es como el ser humano, capaz de lo mejor y lo peor.

O de una chapa de viernes noche a propósito de un libro recién editado.
