
O de una tasca coruñesa para gozar como pigmeos.

O de una tasca coruñesa para gozar como pigmeos.

O de un restaurantea donde se va a comer, a beber, a disfrutar y a pringarse.

O de un tipo y cocinero, tan tan grande, que no cabe en el mapa.

O de sentir en la barriga la punzada eléctrica del animal.

O de un restaurante donde estofan contra viento y marea.

O del paraíso para todo el vicioso de la caza que se precie.

O de cómo a uno le toman las medidas para calzarle el mejor traje.

O de una gastronomía feliz, generosa y bondadosa.
