O de un tipo que está loco por vivir, loco por gozar y tiene ganas de todo al mismo tiempo.
O de un tipo que está loco por vivir, loco por gozar y tiene ganas de todo al mismo tiempo.
O de los placeres secretos de un chef más listo que el hambre, hijo de sus padres y de la preciosa Prendes.
O de un tipo de extrema derecha que se reconcilia con los derechos civiles después del segundo café.
O de los placeres de un tipo de zancada larga que ama el vino hasta las trancas, sin mariconadas.
O de los placeres escondidos en el fondo del horno del panadero más atómico del internete.
O de un tipo de Jarandilla de la Vera que cocina y vive a lo ancho, con dos pelotas.
O de Quercus, un país en continua metamorfosis, y de su singular «alcaide».
O de un tipo que hace casi de todo y todo bien. ¡Vaya tío!