Albert Cruells

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O de un tipo que hace  casi de todo y todo bien. ¡Vaya tío!

Maneja las cámaras mejor que Akira Kurosawa y escribe, esculpe y pinta con mucha hambre. A pesar de ello, Albert reconoce como única habilidad el hacer mahonesa a mano y recuerda que el brazo se le quedaba anestesiado, como la mejilla después de un buen hostión del cura, causa del anticlericalismo visceral que, gracias a Dios, todavía profesa.

Su compañera incondicional de infancia fue una cabra llamada Rita que, hasta el día que se despeñó por un barranco, le acompañó como su sombra a todas partes. Siendo un mico, expuso en la carnicería de su abuelo, acabó el bachillerato en un colegio de curas mustios y un día se hizo la luz, redescubriendo la vida en la emblemática Academia de pintura Baixas de Barcelona.

¿Un placer compartido?

Los placeres no se comparten ni follando.

¿Un placer de tu niñez?

Pasear a mi cabra Rita.

¿Un olor placentero?

Jazmín y  dama de noche. También azahar.

¿Un placer egoísta?

Pintar.

¿Un placer para tu oído?

El chorrito de una fuente.

¿Un placer para tus ojos?

Una buena tormenta. Y en el mar mucho más.

¿Un placer carnal?

Pues sí, y si puede ser a menudo, mejor.

¿Un placer desconocido?

No lo conozco.

¿Un placer del gusto?

Hartarme de erizos crudos.

¿Un placer anacrónico?

Comer churros recién hechos.

¿Un placer que no cueste dinero?

Rascarse el culo.

¿Un placer del que avergonzarte?

A mi edad ya no me avergüenza nada.

¿Un placer fuera de tu alcance?

Ninguno.

¿Un placer irrenunciable?

Pintar. Otra vez.

¿Un placer sobreestimado?

Comprar estupideces.

¿Un placer golfo y confesable?

Tomar un gintónic  en la cubierta del hielo de un bar amigo.

¿Quién es Albert Cruells?

Un puto gusano con buenos amigos.

3 comentarios en “Albert Cruells

  1. pittuelcojo

    …en adonde has pillao al tipo éste? cada respuesta es un tratao… qué miedo conocerle… y qué privilegio. un beso.

  2. germanete

    Me ha encantado el cuestionario: puedes repetirlo con más gente y puedes responder tú también.

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