O de un restaurante bueno, bonito y barato.
25 de febrero, 2013, 08:00
O de un desayuno, una comida y una cena en compañía de un payés de Sant Celoni.
O de que el viejo se fue volando un día como ayer, hace ya tres años…
O de un imperio renovado que da de comer y beber con el mayor de los desparpajos posibles.
O de que hay que saber ser paciente, lo bueno se hace esperar.
O de un auténtico titán de las cacerolas, una especie de bestia parda indómita y atómica.
O de no reparar en el nombre, pues se trata de una elección pelotuda.