
O de un vino que deja buen poso.

O de un vino que deja buen poso.

O de un restaurante fetén.

O de un restaurante para comer a dos carrillos.

O de un chef de tomo y lomo.

O de la suculencia y majestuosidad en estado puro.

O de un restaurante para peregrinar con el babero puesto.
