
O de una casa fina como el champagne de marca.

O de una casa fina como el champagne de marca.

O de una fabada pelotuda.

O de un vino curioso.

O de una mantequilla que es puro néctar.

O de un restaurante de romper la pana.

O de latas pecaminosas que en los tiempos que corren se convierten en anatema.

O de un matrimonio fetén: leche + bacterias.
