
O de un tecno-periodista pseudo-hindú que desconfía de los cocineros y excocineros que escriben.

O de un tecno-periodista pseudo-hindú que desconfía de los cocineros y excocineros que escriben.

O de cómo algunos cronistas manguis nos bombardean con insufribles «refritos» diarios.

O de un escritor admirado que es dueño de un circo literario con leones y todos los enanos.

O de los colores de un mes de agosto que ya pasó a la historia.

O de una aventura riojana que se emite en directo, como los programas de Raffaella Carrà en la tele.

O de las respuestas de una típica «consumidora pro nobis», sin pecado concebida.

O de un tipo que escribe como «El Fundi» coloca banderillas, con cojones y un palo mirando a Cuenca.

O de una escritora francesa que ofrece libros desgarrados, tejidos con humor y sarcasmo.
