Quim Monzó

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O de un escritor admirado que es dueño de un circo literario con leones y todos los enanos.

Un día un tipo escribió en el diario “Le Monde” sobre Monzó y advirtió con sorpresa la mezcla de dos registros en su obra; uno que podría denominarse realista y lírico; otro, entre fantástico y grotesco. Este mismo crítico listillo francés aseguró que el escritor catalán atesora un virtuosismo en su escritura que le permite jugar desesperadamente con las palabras y que su estilo, como el de Nabokov, es una dolorosa lanza de acero que perfora la máscara con sus brillantes bromas.

Este escritor barcelonés (1952) vino un día a casa y se sacó un cojón en mi cocina con premeditación y alevosía, reuniendo así de inmediato en ese acto protesta todos los géneros conocidos, el realista y el lírico, el fantástico y el grotesco, convirtiéndose de golpe y porrazo en adorable marrano, bandido y sádico.

Monzó tiene en su casa el Premio Nacional de Literatura, el Ciudad de Barcelona de narrativa, el de novela Prudenci Bertrana, el de novela El Temps, el Lletra d’Or, el de los Escritores Catalanes, el Maria Àngels Anglada, el Trajectòria y, en cuatro ocasiones se ha merendado el premio de la Crítica, que otorga Serra d’Or.

Ha escrito, con Cuca Canals, los diálogos de Jamón, jamón de Bigas Luna o los de El tango de Don Joan, con Jérôme Savary, es colaborador habitual del diario La Vanguardia y le gusta comer con las manos.

¿Un placer compartido?

En un capítulo de ‘Friends’, Joey queda con una chica para cenar y la chica –como hacen muchas– intenta picar patatas fritas de su plato. Joey se indigna, protege el plato con las manos y, con ojos exaltados, le dice: “¡Joey no comparte!” Pues eso.

¿Un placer de tu niñez?

Leer todas las noticias y todos los anuncios de los papeles de diario que mi madre ponía en el suelo después de fregar.

¿Un olor placentero?

El del ascensor de casa. En los dos pisos encima del mío viven indios y el ascensor huele a curry y a especies. Es para morirse de gusto.

¿Un placer egoísta?

No son egoístas, mis placeres. Soy muy generoso.

¿Un placer para tu oído?

El bastoncillo con la punta de algodón. Al cabo de veinte minutos de dale que te pego se consiguen maravillas.

¿Un placer para tus ojos?

Manuela Arcuri.

¿Un placer carnal?

La sopa de placenta.

¿Un placer desconocido?

El flujo cuántico.

¿Un placer del gusto?

La berenjena. Me vuelve loco, la berenjena. Explicaré cómo me prepararon una en Talarn, en Casa Lola. Fue hace diez años, o quizá más. Lola, la propietaria del restaurante, cogió del huerto una berenjena grande, la escalivó y la peló pero no la cortó, como se hace habitualmente para preparar la escalivada. Entonces, entera, la puso sobre una plancha caliente, le dio un par de vueltas, hasta que la superficie quedó tostadita (ni poco ni mucho) y me la sirvió en un plato. Te juro que tenía un gusto extraordinario. A mí, las berenjenas me encantan. Las como siempre que puedo, pero nunca he comido una tan rica como esa. Nunca la olvidaré.

¿Un placer anacrónico?

Cuando en una película de romanos ves, a lo lejos, un poste del tendido eléctrico. Me encanta.

¿Un placer que no cueste dinero?

Dormir. Me gusta mucho dormir. Lástima que puedo poco.

¿Un placer del que avergonzarte?

A mi edad ya no me avergüenzo de nada.

¿Un placer fuera de tu alcance?

Adrianne Curry.

¿Un placer irrenunciable?

No hay placer irrenunciable. Uno puede renunciar a todos.

¿Un placer sobreestimado?

¿Sobreestimado o sobrevalorado?

¿Un placer golfo y confesable?

¿Golfo y confesable? Si es de verdad es golfo, no es confesable. Y si es confesable, no es realmente golfo.

¿Quién es Quim Monzó?

Un señor que se mete en la cama conmigo, cada día, y que ocupa mi almohada, y el espacio de cama que me corresponde.

6 comentarios en “Quim Monzó

  1. carlost

    Con todos mi respeto, que es mucho, ambos sois unos maravillosos «tocahuevos».
    SAlUD por muchos años, y yo que lo lea!!!!!

  2. Nacho

    Un HURRA al gran Quim Monzó. ¿Una manía? Leer siempre su columna en La Vanguardia, antes que cualquier noticia.

  3. su

    Hace años por casualidad lo descubrí y nada más leer el primer cuento me quedé enamorada para toda la vida, he leído todo lo que ha escrito (varias veces) y alucino cada vez. Cuando lo conocí en la citada cena no me defraudó, ¡me lo pasé pipa! Muy divertido, ¡le anda el coco como una moto!

  4. polalpilpil

    …cuentos brutales y una opinion sobre la cocina actual QUE TE CAGAS, es muy visceral y a mi eso me encanta. Preguntenle sobre Adria o Ruscalleda.

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