Gevrey-Chambertin Vieilles Vignes 2010

La magdalena de Proust mejor hubiera sido una rebanada de pan pringosa de aceite de oliva con azúcar o la maravilla que ven en la fotografía, que no es otra cosa que un vinazo de borgoña iluminado por el sol que filtra una ventana de restorán de alto copete.

En estos tiempos de zozobra no hay nada más deslumbrante que el calor y el buen rollo que destilan los efluvios del vino de categoría. Para ser un 2010, los listos de la mesa concluyeron que estaba poco evolucionado, que no se si significa que es un trago del Magdaleniense o que tiene menos luces que un consejero de cultura de la diputación.

Si necesitan más datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, investiguen en internet o en algún portal de sabiondillos del vino, llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.

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