Soy un señor muy educado porque el otro día cerré el pico en una tasca ante el comentario de un señor francés muy distinguido que afirmó sin titubear que el salchichón lionés con sus bolitas de pimienta es el mejor del mundo.
Pues que sepan Emmanuel Macron, Michel Platini, Yannick Noah, Juana de Arco y la peña del Elíseo que a embuchar y curar cualquier manifestación de cochino de la dehesa no nos ganan ni soñando y que son imbatibles en cualquier campeonato del mundo nuestro chorizo, longaniza y morcón, el salchichón, la paleta y el jamón.
Si lo comparas con nuestra chacina, este “Duculty” juega en puestos de descenso, pero reconozco que tiene un pase de pecho este salchichón franchute tierno con pistachos, elaborado con cochinos de Auvernia y el Ródano.
Los embuchan en tripa de vaca y la tradición manda cocerlos en agua a ligero borbotón hasta que suben a la superficie. Luego se escurren, se rebanan en gruesas rodajas y se zampan con patatas, ensalada y muchísima mostaza de la que te revienta la napia.
