¡Chobí-chobá-cada-día-te-quiero-más-chobí-chobí-chobí-chobá” … hay que reconocerle el mérito a este vino “Chobeo” que le encanta al colega Ramón Elósegui, que no sale del sota, caballo y rey de los clásicos de señor de chaqueta Teba de lana “tweed”, ¡viva La Habana!
Por la boca entra como un caballo árabe trotando por las calles del Real de la Feria de Abril sevillana y es una maravilla para empujarse unos callos con morro de ternera, un pollo guisado con muchas patatas fritas o un par de filetes rusos de ternera con ajos.
Si necesitan más datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, investiguen en internet o en algún portal de sabiondillos del vino, llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.