En la etiqueta de esta maravilla líquida pone que es de categoría superior y obtenido directamente de aceitunas y solo mediante procedimientos mecánicos, que suena al manténganse alejado del alcance de los niños de las etiquetas de los jarabes y los paquetes de blanco nuclear.
Este elixir virguero es sevillano y lo cocinan con una mezcla de variedades hojiblanca, lechín, ocal y manzanilla y lo mismo sirve para ligar una merluza en salsa verde que para rociarlo en la tostada mañanera o sobre un tomate o para currarse una salsa mahonesa para pringar marisco.
Sean excesivos y desconfíen de los prudentes en la mesa, pues pocas cosas dan más rabia que un tieso lanzando un hilillo imperceptible de aceite de oliva y no hay felicidad mayor que un charco de grasa para ahogar la pena, ¡viva la torta de la Serena!