Igor es un amigo hondarribitarra al que tuve este invierno torturado persiguiéndome para entregarme esta botella de Ribera del Duero elaborada en Roa, que como todo el mundo sabe es tierra de asados en el que reina el lechazo de nuestro amigo Roberto del Nazareno. Bueno, al lío que me voy por la tangente.
Está cocinado con tempranillo y me lo pimplé mano a mano con el colega Sabino, que no perdona su chato diario de vino en las comidas. Está rebueno y entra de miedo si lo sirves un poco más fresco de lo habitual, pues las temperaturas de cata las carga el diablo y no hay ser humano que las soporte.
Si necesitan más datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, investiguen en internet o en algún portal de sabiondillos del vino, llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.
Hola!
¿Qué vinos blancos me puedes recomendar para cocinar?
Muchas gracias