Hueva de mújol “Salazones Diego”

Si van un día por San Pedro del Pinatar camino de las salinas y la playa, háganse el favor de detenerse en el lujoso ultramarinos de nombre “Salmentum” que los amigos de Salazones Diego han montado al mismo pie del secadero en el que elaboran y custodian los mismos productos que chiflaban a los pueblos antiguos que se arremolinaban en la cuenca mediterránea.

Fenicios, romanos, cartagineses, Ben-Hur, Marco Aurelio, Plinio el joven o el mismísimo Marco Polo se volvían majaras con ese “avecrem” de pescado llamado garum, pero también se derretían con la mojama y todas esas joyas que llevan forma de hueva prensada de maruca o de mújol, doradas, sabrosas y de tacto firme, jugosas y delicadas.

Pertenecemos a la cultura del mar, de la viña, el olivo, la dehesa y el cereal y de este paisaje surgen joyas gastronómicas de incalculable valor que son el santo y seña de nuestra civilización occidental: cochinos ibéricos y jamones, pescados, mariscos, aceites de oliva virgen extra, vinos delicados, conservas de pescado, salazones, mojamas y huevas prensadas.

A los paladares más curtidos nos gustan las muy curadas pero en esta casa se las saben todas y ofrecen huevas más tiernas que pueden rebanarse a cuchillo sobre la tabla y servirse con almendras y picos crujientes.

Son una fuente inagotable de sabor si se laminan o ralladas, desparramadas sobre pasta fresca, huevos fritos o escalfados, patatas hervidas, sashimis de pescado y demás preparaciones de cocina japonesa o para mantecar arroces al más puro estilo italiano, ¡viva la familia Albaladejo!

salazonesdiego.com

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