La Quinta Cruz de Miguel Merino 2017

Miguel Merino es una casa que nos acostumbra a unos tragos de verdadero relumbrón y además, cuando los atiendes arrimando el oído, da gusto escucharles porque no se alargan con explicaciones ni mandangas, exhibiendo como divisa en su escudo de armas, “lo bueno, si breve, dos veces bueno”.

Viertan en la copa esta maravilla y no se entretengan olisqueando o soltando grandiosidades porque algún listo vaciará la botella y se quedarán con las ganas.

Ya si eso el color pajizo y el carácter glicérico y la tipicidad del suelo y demás datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, los investigan en internet o en algún portal de sabiondillos del vino llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.

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