Casa da Fonte

Esta compañía atesora un nombre como de Cantiga de Alfonso el Sabio y no es más que una casa de labranza de Monforte de Lemos con una cabaña ganadera de la que se extrae un material que tapona las arterias y con la que el amigo Eros y sus secuaces elaboran droga durísima que toma forma de leche embotella, nata doble, yogures, quesos de nata y una mantequilla en bloque con la que dan ganas de vestirse de cruzado y salir a trote a la conquista del mismísimo Jerusalén.

Tengo que reconocer que mi capacidad recaudatoria en el programa de radio de Carlos Alsina no tiene rival y a esta peña de Lugo tuvimos el gusto de conocerla a través de las ondas, pues fueron tan incautos de llamar y, ¡zaska!, sus criaturas nos han vuelto locos de remate.

Por cierto, si se animan a comprarles y echan mano a su mantequilla, no la acaricien con el cuchillo en plan floja “maricona” y papéensela sobre pan en pedazos bien tochos, no me anden con pitilinadas lilas de los tiempos de Mc Namara.

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