Alion 2016 magnum

Si, ya sé que soy un caga prisas y que este vinazo necesitaba todavía mucha botella para florecer, pero qué quieren que les diga, entre el coronavirus y que cuando menos te lo esperas, te atropella el autobús, no hay un minuto que perder.

Además, solo falta que la palmes y se lo beba el primer anormal que entre en casa a darle el pésame a la viuda, ¡Eli, disfruta de la vida y cásate con un nigeriano!, ¡viva la longaniza! Al lío que me disperso.

Mi familia, que es muy “fisna”, me pidió patatas y asado para celebrar el año nuevo, así que me curré una torta tostada forrada de mantequilla y cayó el Alion, ¡madre mía!, ¡menudo vinazo!

Si necesitan más datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, investiguen en internet o en algún portal de sabiondos del vino, llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.

P.S.; si quieren la receta de la torta, confórmense con chupar la pantalla de su dispositivo móvil.

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