Bastide de la Verrerie

Pues resulta que el otro día celebramos que aún estamos vivos con nuestra amiga Sonia Uribe “la fantástica” en un tasco hendayés y agarramos una buena moña con algunas birras y este vino francés de la provenza que entró de miedo con foie gras frío con tostadas, bonito crudo en ensalada y magret de pato con muchas patatas.

De postre queso y cada uno, luego, por donde vino, partió para su puta casa. Si necesitan más datos de la botella, investiguen en internet o en algún portal de sabiondos del vino, llenos de matices, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.

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