En un ejercicio de pasotismo ilustrado les anuncio que sigo bebiendo cosas muy ricas como un verdadero poseso, pero esta sección vira de rumbo y que cada uno aguante su vela. La mía es que me priva el vinacho y éste que saco hoy es borgoñón y santas pascuas.
Si necesitan más datos investiguen en internet o en algún portal de sabiondos del vino, llenos de matices, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.
Me lo pimplé en el Hotel Jaizkibel con un pichón asado y llegando a casa soplé en un control de alcoholemia, “cero-coma-cero-uno” gramos por litro en sangre, “puede usted continuar su marcha”, ¡gracias agente!
