Aunque las tartas estén de capa caída, hubo un tiempo no muy lejano en el que los grandes restoranes las exhibían en las salas y a la vista de los clientes para hacerles salivar.
La tarta y el helado son pareja de baile insustituible y toda la vida he suspirado por ese triángulo colocado en el plato que se refresca en el buche con una palada de crema helada mantecada. Una simple pasta brisa horneada y rellena de crema pastelera o chantilly es el mejor soporte para fresas, moras o frambuesas y no hay dulce más soberano que una tarta de peras o manzanas, una plancha hojaldrada forrada de albaricoques, ciruelas o melocotones de viña horneados o esas clásicas por capas de fino chocolate que te vuelven majara en cuanto hundes la cuchara.
Ahora todo dios se vuelve tarumba con las de queso y compiten como lerdos por lograrlas fluidas, pero no olviden que hay vida al este del edén de toda esa gilipollez en preparaciones pasteleras rebosantes de yema, franchipán, cremas diplomáticas y de mantequilla.
El amigo Jordi, que es el druida de las galletas de nuez de la noguera pallaresa se curra unas tartas que más bien son tortas en las que emplea los mejores ingredientes para un resultado de altura. La de arándanos y manzanas es digna del banquete de boda del oso Yogui y podría competir en cualquier certamen pastelero de categoría organizado por los testigos de Jehová.
Qie buena pinta!!
Yo soy de las que cuando va a un restaurante …quiero saber el carro de postres , ademas son caseros y ahi veo yo una pinzelada para acabar unna comida…
Me llegan los mensajes en facebook , pero no apareces ni en grupo..
Saludos ,
Mari Carmen
David, estoy volviéndome loco buscando donde poder comprar una de éstas. Podrías dar pistas? En el texto no ha quedado muy claro. Gracias!!