Hacienda Monasterio 2016

Este Ribera del Duero cocinado con un capazo de Tinta Fina y un tiento de Cabernet, Merlot y Malbec está preparado en los mejores colegios de pago y universidades de pedigrí para ser un verdadero hombre de provecho, sin fisuras: no les traicionará jamás, ¡viva Eton!, ¡viva el paraninfo de la Universidad de Salamanca!

Si lo que desean es celebrar la vida porque aterrizará en la mesa una fuente inmensa de huevos fritos con panceta, pescaíto frito a cascoporro o un par de chuletas de ternera con pimientos, déjense los experimentos con gaseosa en casa y láncense a lo bomba sobre esta botella y no la suelten, porque está parido para hacerles gozar sin miramientos. Es vino bueno.

Nada más y nada menos.

Deja un comentario