Valdecinca

Pilar y Víctor son dos hermanos que llevan toda la vida currando como tigres de Bengala ordeñando ovejas de la raza “Lacaune”, que son pródigas en leche y llenan cántaros como si fueran proveedoras de las bodas de Camacho.

Pronto se dieron cuenta de que vendiéndola a granel no se comían un colín y se pusieron manos a la obra para darle valor añadido, aprendiendo a elaborar quesos y yogures.

Dicho y hecho, hicieron pruebas y alucinaron en colores todos los que probaron aquellos prototipos de una escudería que pasó a llamarse “Valdecinca”, que elabora diversas virguerías que ponen los dientes caninos.

Comenzaron con el yogur de leche de oveja, continuó la saga con otro tipo griego que rompe la pana por su crema fuera de serie, obtenida sin necesidad de añadir leche en polvo ni nata ni proteínas de suero ni mandangas … abres la tapa, ¡clac!, clavas una cuchara en el mismo centro y se queda tiesa como el cipote de Judas Iscariote, ¡qué artefacto!

La sucesión de productos legendarios suma y sigue con los quesos curados o esa niña bonita que llaman “nube”, un lingote de pasta blanda madurado en cámara con una corteza de moho blanco aterciopelada y sedosa como la bata de cola de una esquimal del mismísimo círculo polar ártico.

También venden arroz con leche campeón, cuajadas soberanas y leche embotellada con su cuajo para que cada uno se las curre en casa y se sienta pastor de ovejas de categoría.

Si los pillan, trínquenlos y den gracias al señor por tener a mano semejantes maravillas, ¡viva la jota aragonesa!

www.yoguryquesodeoveja.com

 

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