Sidra Domaine Lesuffleur 2016

Los gabachos, amigos de la pompa y el boato, aprovechan cualquier efeméride para liarla parda y se arrancan por lo segao contando al mundo las virtudes de su “art de vivre à la française”, ¡buenos son!

Así que esta sidra también lleva su leyenda que no es otra que haberse escanciado un 28 de mayo de 1967 en la mismísima copa de Isabel II, reina de Inglaterra, que se sentó a comer un pato a la sangre en el restorán “Au Caneton” en la localidad de Orbec y hasta hoy continúan con la matraca después de que le diera un trago.

La sigue elaborando Benoit, heredero de la saga sidrera, y bien cierto es que destaca por delicada, resultado del “coupage” de una docena larga de variedades, Rambeau, René Martin, Bedan, Binet Rouge, Mettais o Frèquin.

Si meten la pinocha olerán a heno, a flores, a pectina de manzana y hasta a braga de algodón de zagala normanda que perdió la compostura una calurosa tarde de agosto, ¡menudo polvazo, madre mía!

 

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