De un tiempo a esta parte existe una fiebre del buen pan que va recuperando su hueco en la alimentación diaria, tras muchos años de demonizar al pobre cuscurro y culparlo de todos nuestros males.
Aún hoy sigue vendiéndose pan chungo en las gasolineras, pero también se abren a muy buen ritmo despachos que se preocupan por juntar los pocos ingredientes que necesita una hogaza para ofrecernos migas densas encerradas en cortezas doradas y crujientes.
El pasado mes de julio se celebró en Bilbao la semifinal de la ruta del buen pan y dos establecimientos bidasotarras consiguieron el diploma de panadero Top Euskadi que los llevará a una final que premiará a las mejores panaderías españolas.
Esta fiesta es un evento que selecciona panaderos que elaboran pan tradicional en su obrador para presentarlo en su despacho y venderlo con mimo y profesionalidad a los clientes, asunto de verdadera importancia si tenemos en cuenta los momentazos de felicidad que nos procura a todos en el glorioso desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, ¡alabado sea el cuchillo de sierra!
Los merecedores de esta distinción son los colegas de Kuskurro, instalados en Lezo hace pocos meses con Karlos y Oskar al mando, y las tres mosqueteras hondarribitarras del Garua, Mariana, Estitxu y Sandra, panaderas al volante de un local que lleva un buen tiempo iluminando la sonrisa de todos los vecinos del barrio de Sokoa.
Reivindican la artesanía de un oficio que reclama el cuidado de la materia prima, las largas fermentaciones y el tiempo y el mimo con el que deben tratarse ingredientes básicos como el agua, la harina y la sal. Coman buen pan, redios.
Kuskurro – T. 609 110 533 / Garua – T. 943 538 408