Almodí Petit 2018

Casi todos los borrachines aprendimos a pimplar con vino rosado, aunque lo tiñéramos con agua de seltz o gaseosa Pitusa y fuera una odisea salir de tragos por las calles dando cuenta de una pila de chiquitos por las tabernas.

Para hacer masa, nos metíamos entre pecho y espalda quesos del Gaztelu o lo que pilláramos sobre las barras para amortiguar la manga y no sé qué hubiera sido de nosotros si hubiéramos poteado con vino bueno y elegante como este perfume catalán, criado en tierras pródigas en Garnacha blanca.

Bébanlo bien fresco y sin ningún complejo, apuren la botella para descorchar otra y disfruten con una golosina virguera en acidez y mineralidad, pura expresión de una propiedad ilusionada por devolverle al terruño los favores recibidos desde tiempo inmemorial.

www.altavins.com

Deja un comentario