El Faro

Su terraza sobre la costa cantábrica merece una visita y una ración de caracolillos, karrakelas, bígaros o como quieran llamarlos, pues desde el mismo Sardinero hasta el Faro de Cabo Mayor disfrutarán de un paseo delicioso, pasando ante villas imponentes y haciendo apetito para sentar sus posaderas en un merendero en el que pueden fumar tabaco, puros habanos o jamarse un plato combinado, anchoíllas en salazón, rabas fritas o una caña de cerveza bien fresquita tirada por una familia que lleva allí instalada una pila de años.

Cuando yo era chico, después de misa de doce y media en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, íbamos en procesión a comer calamares al Faro de Higuer de Hondarribia a una especie de discoteca cafetería que los servía a paladas.

Hoy los tiempos son otros y aunque reine el “uasap”, las tabletas digitales y la descarga de aplicaciones paridas por mentes enfermas, seguimos aspirando a lo de siempre, que es mover el “bullate” por los bares y apalancarnos con vermú y raciones para hacer “masa” y amortiguar la castaña. Ya saben que cuando menos te lo esperas, te atropella el autobús, así que no hay más remedio que esperar al de la guadaña con gafas de sol y masticando con un vaso en la mano y a punto de encenderte un tabaco, que no hacen más que morirse deportistas y gente sanísima, ¡viva el desorden y la panceta!

T. 942 39 15 18

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