Arnold Palmer es una leyenda del golf gracias a su carácter combativo y peleón, pues cuando necesitaba un “birdie” para provocar el “playoff” de desempate, sacaba el hierro tres y dejaba la bola a un metro del hoyo para enchufar un “eagle” y ganar el torneo.
Pensarán porqué demonios les cuelo aquí semejante gesta en vez de bucear en las particularidades de este tinto de Margaux y largarles la típica retahíla de potencia, complejidad, frutos rojos, rosas, eucalipto, pino mediterráneo, anisete, pimienta o tabaco.
Pues resulta que los de Château Palmer, que quizás sean cuñados del golfista estadounidense, cocinan este vinazo con las variedades Sauvignon y Merlot que ofrecen al mundo como un Burdeos clásico y legendario. Está aún prieto y duro de beber, pero si tienen la santa paciencia de no descorcharlo y aguantan unos años, se beberán un vinazo legendario como las gestas del gran Arnoldo.