Mermelada Brancal

Para los fanáticos del mundo de la miga y la rebanada les diré que una vez tuve la suerte de estrechar lazos de amistad con el gurú de la masa madre Dan Lepard, que aterrizó en nuestro plató de TV de Lasarte del brazo de una comisión festiva para presentar un libro y echarse tres vinos.

Si hay algo que envidio a míster Lepard es su condición de insigne jurado del “Marmalade Awards”, que no es otra cosa que un Festival de la OTI del mejor tarro de jalea que pueda encontrarse para untar en la tostada, ¡menuda farra!

Nada me gusta más que un frasco de confitura y pierdo el norte cuando tropiezo con alguno que me pone “ojitos”, pues lo agarro por banda e inevitablemente acabo en casa liado junto a la tostadora y la tetera.

Los amigos de Brancal eligen las mejores “mondarinas” y naranjas que crecen en la desembocadura del río Mijares y las cocinan con su pulpa y su pellejo con una alta proporción de fruta y menos azúcar de la habitual, para que resulte fina, equilibrada y apetezca comérsela a cucharadas sin riesgo de que te salten los ojos de las órbitas dejando regueros de leche condensada.

Sobre una rebanada de pan o brioche tostado con mucha mantequilla funciona a las mil maravillas, pero resulta imbatible si se la empujan con un buen trozo de queso azul tipo Gamoneu, Valdeón, Cabrales o Tresviso.

Brinden por la vida que nos quedan dos telediarios y cuando menos se lo esperen, les atropellará el camión de la basura.

www.brancalmelmelada.com

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