Marmitaco

O de un garito tecno que cocina, deslumbra y pringa de verdad.

En Marmitaco hay sitio para las tapas de toda la vida, en barra, banqueta, con palillos o sin ellos.

Tengo que confesar que cada vez da más calambre arrimar el codo a las barras de pinchos más siderales, pues algunos tasqueros se pasan tres pueblos derrapando con sus originalidades, aunque de todo ha de haber en la viña del señor, claro está.

Para todos aquellos que nacimos con los canales UHF y el NODO en nuestras salas de cine, o nos llevaron a clase montados en Citroën Mehari y 131 Supermirafiori, los bares significan chorreo de colesterol regado con marianito, gaseosa Gorbea y patatas Celigüeta pringadas con jugo de mejillones en conserva, mollejas salteadas, croquetas de carne, ensaladilla rusa, tortilla de anchoas, riñones al Jerez, chorizo cocido, aceitunas Jolca, huevas de merluza con mahonesa y bocata pequeño de anchoa con guindilla y bonito en escabeche.

Todo marcha demasiado aprisa hoy, pues surcamos las rotondas al volante de cochazos siderales, leemos suplementos dominicales en tabletas, veraneamos en el Tíbet, desayunamos botellines lácteos multicereales y sentimos esa necesidad de alimentar el espíritu también en las tascas, convertidas en escaparates antológicos de tonterías descacharrantes: carrilleritas de lenguado en trance con su chupito de pieles y pestañas, muslito de pollito relleno de babas con trazos de hierbas congoleñas o esa rodaja tamaño plaza de toros de queso de cabra en barra de plástico, que con tanto mimo nos caramelizan con soplete y nos sirven con ensaladas ñoñas, sal del Himalaya y vinagreta de Módena reducido, ¡ah!, de mearse y no caer gota, ¡toma patada en la próstata!

Para despertar de esa horrible pesadilla, no hay nada como acercarse a cualquier tasco guarro que tengan bien cerca para adorar su tortilla, calamares, picantes y gabardinas, o conceder “patente de corso” a algunos garitos tecnos para que campen a sus anchas, como el Marmitaco vitoriano, que cocina, deslumbra y pringa su playlist en sofritos, fondos, farsas, rellenos y corazas crujientes y sabrosas, aplicando sentido común, estética y gusto fuera de serie en todas su preparaciones.

Se accede por una fachada inmaculada, preciosa, típico escaparate de corte victoriano, y nada más entrar, se darán de bruces con el lema de la casa, “la vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento”, así que el muerto al hoyo y el vivo al bollo, ¡abajo pantalones!, échense en brazos del azpeitiarra Josean Merino y de su chica, Estitxu Pérez, vitoriana de casta que dirige el local con mano izquierda y sonrisa franca.

Verán una mesa corrida en la misma barra, ideal para organizar cuchipandas, así que pidan algo fresco y reciban con alboroto la bandeja de chez Artepan, inequívoca señal de que lo que aguarda se unta y lleva buena salsa; las croquetas de callos de bacalao con pilpil de hongos son reventonas, jugosas a más no poder; tienen talo de maíz con yogur, salmón ahumado Keia y miel; el brick de queso de cabra y hongos con cebolla confitada es de inspiración moruna, parece un capirote sevillano; el capuccino se zampa con cuchara y esconde queso Idiazabal con coliflor, panceta de bellota y cebolla frita; ya llegó la primavera al Corte Inglés y en el Marmitaco lo celebran con su particular “floración”, no más que un tiesto a rebosar de sofrito y verduras en el que crecen verduras como por arte de magia; la porrusalda ahumada con mejillones está de rechupete y el pastel de morcilla de Beasain con bizcocho de calabaza y huevas de naranja es un primor, tanto como el pez mantequilla asado, con caviar de tierra y ajo negro como el tizón; capítulo aparte merecen las albóndigas de rabo con puré, no darán crédito, jugosas, tiernas y adictivas como un beso de mujer pantera.

El goxua “light» y la leche con cacao, avellanas y azúcar, invitan a plantarse en cocina para besar en el morro al cocinero: lleven cuidado con su barba, que raspa.

Marmitaco
Avda. Judizmendi 4 bajo
Vitoria-Gasteiz
Tel.: 945 120 593
www.marmitaco.es

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Modernito
¿CON QUIÉN? Con amigos / En pareja / En familia
PRECIO 30 €

3 comentarios en “Marmitaco

  1. Jordi Roges

    Juro que me pasare,comer,cenar,lo que sea
    Se pueden hacer muy buenos platos con precios muy
    razonables y sin apuñalar a los clientes
    Si todos fueran comedidos la restauracion no pasaria ninguna»CRISIS»,al fin de cuentas todo el
    mundo quiere «COMER MUCHO POR POCA PASTA»..NO.?

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