O de «ten cuidado forastero, que éste te funde el paladar».
Es uno de los quesos de cabra más pelotudos que hemos probado en tiempos. Cojan babero y lápiz, que ahí va: huele a setas, a yogur ácido, a hierba, heno y rechonchas avellanas recién peladas. El despiporre total llega al hincarle el diente, cuenta con esa cremosidad que funde en el paladar, -pásenme el coscorro de pan y el culo de vino, que no hay quién frene-, entre ácido y salado, suave al principio y tope cañero a medida que lo vas jamando, con final pelín picante y elegante. La pasta es cerrada, sin ojos, de un blanco reluciente, recubierta de corteza blanda y muchos microbios que anuncian el delirio. Sin género de duda es un queso de cabra de padre y muy señor mío.
La historia de esta quesería está ligada a la figura de Rafael Báez Bravo–Murillo, un enamorado del Valle de Tiétar, que a punto de jubilarse se puso el mundo por montera y creó una empresa ligada a la actividad agroalimentaria, ¡con un par! En 1983 inició la fabricación del queso “Cabra del Tiétar”, utilizando como materia prima los ochenta litros de leche que le suministraban a diario los dos cabreros que había en La Adrada y con el asesoramiento de maestros de la talla de Enric Canut y Ramón Badía, que en asuntos queseros hablan ex cátedra.
La jugada le salió redonda y la joya de la corona, este Monte Enebro, arrasa allá por donde luce su inmaculada estampa, aquí y allende los mares, forastero.
Queserías del Tiétar, S. L.
Carretera CL-501, Km. 22
La Adrada 05.430 Ávila (España)
Telf.: +34 918 670876
Pagina Web: http://www.queseriasdeltietar.com/
Email: info@queseriasdeltietar.com
P.V.P.: 25-30 €/Kg.
Menudo descubrimiento. Yo que soy de Ávila lo conozco desde hace años y es un gran queso, si señor.
Qué lo disfrutéis, en ensalada con pimientos rojos caramelizados es pecado mortal…
Viva Ávila!!!