Los noodles de «Txaomin»

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O de un hombre de cuyo nombre los niños indios sí pueden acordarse.

En su momento iniciamos nuestro periplo “gastromusero” con el bueno de Txomin y su huevo sorpresa, que no era precisamente el de Kinder; su retorno a la India le ha hecho reservarnos alguna que otra anécdota. Dice así:

“He viajado a Camboya y a la India cuatro años después. Os acordaréis de lo que me pasó con los huevos de pato en Camboya con mi amigo Pi, ¿verdad? Esta vez no escribo para contaros ninguna guarrada.

Desde que llegué al hogar de acogida de BSSK en Baruipur, West Bengal, India, los niños me llaman uncle Txomin.

-¡good morning uncle Txomin!

-¡goog night uncle Txomin!

Y así.

El tratamiento de uncle es algo muy habitual aquí en la India, aunque lo cierto es que exactamente no me llaman uncle Txomin, sino uncle Txaomin; y la diferencia es muy importante.

Cuando los niños del hogar se iban presentando uno a uno, y me preguntaban como me llamaba, se asomaba una leve risilla en sus bocas, porque están muy bien educados, pero suficiente para que yo me diera cuenta; me extrañaba, también, que de todos los sitios en los que he estado en el mundo, este fuera el lugar en el que los niños más rápido han aprendido mi nombre; pensé que eran más listos que la media, y no le di más vueltas.

Hoy hemos ido a un mercado de abastos en Calcuta para hacer la compra semanal para el hogar de acogida y cuando cruzábamos por el pasillo de los fideos, los he visto, bien grande, CHAO MIN, la marca más conocida de noodles en la India; el clásico chino mandarín gordo, con su bigotillo y su gorro, comiendo con palillos los famosos fideos CHAO MIN.

Cuando mis compañeros han visto que me he dado cuenta, no se han podido reprimir y no han parado de reír en un buen rato; me han confesado que a los niños les hace mucha gracia mi nombre porque piensan que soy como el mandarín de los noodles.

Ahora cada vez que me saludan, “good morning uncle Txaomin” o “good night uncle Txaomin”, les tengo que corregir: “hey son, my name is not Txaomin, I’m not a noodle”, y se tronchan de la risa.

Casualmente, durante este viaje he podido comer dos platos nuevos elaborados con CHAO MIN; por un lado me dieron de postre un arroz con leche, muy parecido al nuestro, pero en vez de arroz lo hacen con CHAO MIN, es decir con pasta, está excelente.

Por otro lado, en Camboya, mi amigo Pi me ha llevado en dos ocasiones a desayunar los reputados TAE-DUY, una sopa de carne, mucho cerdo, marisco y noodles.

En el segundo lugar, según Pi el mejor de la ciudad, te servían por un lado los noodles y por otro lado muchas bolas de carne en una sopa; hay que mojar los noodles en el líquido e ir comiendo alternativamente, carne y noodles; ¡delicioso!

Es curioso como algunas de la experiencias culinarias de este viaje que he realizado se han basado en un alimento que me es tan familiar.

¡God bless CHAO MIN noodles!”

Escrito por Txomin.

Crédito fotográfico by TravelingFio

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