O de un lugar en el que no hay días, ni horas.
21 de mayo, 2009, 11:34
Remelluri
por David de Jorge E.
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O de un lugar en el que no hay días, ni horas.
O de una carne mantecosa a más no poder.
O de un blog recién parido que no cabe en el mapa.
O de otra crónica de una jamada gloriosa entre amigos.
O de comerla a solas, pues compartirla es un acto íntimo que no debe consentirse a la ligera.
O de una jamada tan inmensa que las Bodas de Caná, comparando, son merienda cena.
Mira tú por dónde.
El arte gastronómico de las profundidades.