Montecastro 2018

Ahí tienen reflejado en la fotografía el clásico duelo birra-vino, pues a todo dios le ha dado por vendernos esa película de “Informe Semanal” de una encarnizada batalla campal entre vinateros y cerveceros, ¡que llamen al Conde Duque de Olivares!

Lo elaboran en Valladolid y está pelotudo y se lleva de miedo con todo dios, pues lo mismo te levanta el ánimo con un torrezno guarro que lleve pelos, un cuarto de lechazo con patatas o en bota de cuero después del tercer toro con un bocata de filete con ajos y pimientos rojos.

Si necesitan más datos técnicos sobre retrogustos y matices nasales, investiguen en internet o en algún portal de sabiondillos del vino, llenos de pitilinadas, puntuaciones y sesudas consideraciones. De nada.

 

Deja un comentario