Nada hay mejor que leer las etiquetas del vino, las conservas o los medicamentos para saber de qué trata el supositorio, pues no es asunto baladí metérselo por otro lado.
Así, si se ponen la gafa y arriman el morro a este fabuloso vinazo, descubrirán que es un homenaje a Denis Dubourdieu, que fue un cerebrito del vino y ayudó a la familia a construir la leyenda de sus “125 aniversario”, que tanto nos gustan.
Así que como de buen nacido es ser agradecido, nada nos alegra más que reconocer al César lo que es suyo y brindamos por él y ante ustedes con este trago brillante y vibrante que enmudece el habla cuando se bebe, ¡maaacagonriau!
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Precio aprox.: 55 €