Galleta Nuria

Si teclean en su ordenador la página de esta empresa galletera, podrán leer la larga tradición de una familia que arrancó con un pequeño obrador y convirtió su aventura en un lío de órdago, industrializando la manufactura contra viento y marea.

Me quedo con la copla del sufrimiento y los madrugones de todos los que se quedaron medio tuertos intentando sacar todo aquello para delante, sorteando guerras, asedios, hambrunas, comités de dirección, huelgas y los envites de la civilización contemporánea, que como todos sabemos, derrocha en chorradas innecesarias pero no es capaz de pagar lo que realmente cuesta un buen paquete de galletas.

A mi una galleta “tonta” me sigue pareciendo un perfecto objeto del deseo y éstas crujen de miedo, simples, sabrosas y bien tostadas, hechas con buenos ingredientes muy por encima de esas otras con las que tropezamos en buffets pomposos de desayuno o en centros comerciales guarreros en los que se premia lo baratero sobre lo realmente rico y virguero.

En vez de “Marías”, las de Birba son “Nurias”, y no es necesario un relleno ni que las vistan de julandronas para que gocemos con una especialidad fina y seca, que refregada de mantequilla y mucha mermelada, sumergida en leche, reconforta y nos devuelve a la niñez. Remójenlas juntas de a seis o de a ocho, ¡larga vida al gordo!, y ya me contarán qué felices fueron.

www.birba.es
Precio aprox.: 6,25 euros/kg.

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