De Muller Moscatel 1926

O de un vinazo que bebes y enmudeces como un jilguerillo silvestre

Hay momentos en la vida en los que parece que todo se detiene, bien sea en un paso de cebra por el que cruza una moza de rompe y rasga o el Jon Kortajarena de turno apretado en muslámenes, aunque también enmudece uno escuchando a Monteverdi o al Orfeón Donostiarra en un funeral en la iglesia de Santa María del Coro.

No les quepa la menor duda de que si se chupan este moscatel entre unos cuantos y de a pocos estarán un buen rato mudos y pensando, ¿quién carajo parió esta ricura? Hecha en Cataluña con variedades Moscatel, Garnacha blanca y negra envejecidas en diferentes “criaderas” y “soleras”, es un vinazo de pletórico perfume y finísimo paladar. Han sido proveedores pontificios de vino de misa desde Pío X hasta Juan XXIII, así que pueden beberlo en paz, ¡demos gracias al señor!

www.demuller.es
precio aprox.: 50 euros

2 comentarios en “De Muller Moscatel 1926

  1. Jesús Ortiz de Salido

    Querido David:
    No sé si te llegará esto, porque no soy muy experto con esto de la informática. Pero ahí va.
    Estuve repasando la receta de sukalki que tienes con Martín Berasategui. En ella, al principio enseñas el premio que te dieron: El “Manda huevos” en las fiestas de Bilbao. Haces referencia al color azul del premio y lo comparas con otros colores azules de otras capitales o localidades baskas.
    Supongo que has oído esa canción que repite: “Sevilla tiene un color espesiaaal”. Estos sevillanos no concretan como es ese color de Sevilla.
    En Bilbao también tenemos un color especial y es el “Azul Bilbao” que es distinto a otros azules. Para que se sepa cómo es se le hizo un monumento. Supongo que habrás visto el Guggenheim. En su puesta, como un fiel guardián está el Pupy. Según le miras de frente, a su derecha están las oficinas pintadas de azul. Pues ese el color “Azul Bilbao”.
    Dicen que esto viene de después de la guerra. Empezó a venir mucha gente a trabajar. Esa gente necesitaba ropa de trabajo, es decir monos, petos y chaquetas de trabajo. Se trajeron de no sé dónde cantidades ingentes de ropa azul toda igual y como todos iban vestidos del mismo color a alguien se le ocurrió llamarle “Azul Bilbao” y ahí quedo.
    Pues eso. Con cariño de un bilbaino
    Jesús Ortiz de Salido
    P.D. El sukalki tenía una pinta… No hay más que ver la cara que pusiste tras comerte una cucharada de caldo.

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