Casa Lucio

casa-lucio_3

O de un restaurante más castizo que un bartolillo de crema.

Genio y figura.

Si les da un día la ventolera de ir por Madrid y tienen la oportunidad de callejear por el barrio de los Austrias, seguramente asomen el morrete más allá del “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” de la lenguaraz Botella. No les culpo. En La Villa y Corte hay multitud de restoranes de alto copete, pero también sobreviven tascos, tabernas y figones para comer como un rey del Siglo de Oro sin que nos atraquen a punta de florete, como en las novelas de Pérez-Reverte. Como habrán podido imaginar, cuando este tipo de tugurios son nobles y bien sustentados, nos la ponen cosa fina y mirando a Talavera de la Reina.

casa-lucio_2

En la Cava Baja, calle histórica donde las haya, en la que abundaban posadas y fondas para visitantes recién llegados a la capital del reino, aún queda algo de ese ambiente de duelos entre caballeros embozados, tartufos y escritores de picaresca. Sigue habiendo casas de comida honestas, frente a las que antes paraban diligencias y arrieros y ahora grandes Mercedes-Benz último modelo. Porque, fíjense cómo son las cosas, los grandes mandatarios y las testas coronadas a veces quieren olvidarse de la cocina aparatosa, el caviar y las mandangas y zamparse unos huevos fritos con su puntilla y sus patatas, como todo hijo de vecino, aquí hasta el más tonto hace lápices, como podrán imaginarse.

casa-lucio_1

Cuando al rey Juan Carlos, Bill Clinton o Tom Cruise les entra antojo de refrito de ajos, van al número treinta y cinco de la Cava Baja, así de clarinete, sin darle muchas vueltas al asunto. Allí ejerce su oficio el inimitable y genuino Lucio Blázquez, un hombre que empezó a trajinar con doce años en ese mismo local, cuando se llamaba Mesón del Segoviano. Al parecer, Doña Petra que era dueña del local, llegó a quererlo como a un hijo y pasados los años acabó vendiéndole el establecimiento. Abierto desde el s. XVIII, en 1974 cambió su nombre por el de Casa Lucio, ¿ahora les suena? Elemental querido Watson, porque sus huevos estrellados son más conocidos que la chelito y las mamachicho juntas. Al igual que su propietario, abulense de nacimiento y chulapo por vocación y formas.

casa-lucio_5Si van a visitarle, fliparán en colorines, pues con más de ochenta años le sigue brillando el ojo como a un salmonete bermellón, con esa mirada astuta de los chavales que comienzan a abrirse a la vida con un hambre canina, ¡qué casta y qué saber estar, qué piel de cocodrilo curtido gasta el bueno de Lucio! ¡Yo de mayor quiero ser como él!

En su restorán, de ese estilo castellano tan recio como reconfortante, se come a la vieja usanza y a ritmo de cuplé. Cocina de producto y recetas sencillas sin trampa ni cartón. El más claro ejemplo de la cocina sin gilipolleces elevada a la enésima potencia. La clavan y ése es su mérito. Así que aquí, amén de los famosos huevos con patatas, que por cierto están pelotudos, uno se puede componer la jamada como más le plazca, todo es fetén en su sencillez y suculencia: mariscos, cocido madrileño, sopa castellana, angulas, kokotxas, besugo, perdices, cochinillo, churrasco, chuletas, arroz con leche… No es tontería comenzar por algo ligero como su ensalada de escarola, el panaché de verduras o un poquito de steak tártaro para compartir y ponerse luego el mundo por montera con platos mucho más recios y contundentes como los callos perfectamente ligados, una fabada al estilo asturiano o una ración de rabo de toro bien sabrosa.

Comida tradicional, en definitiva, con ingredientes y preparación de bandera para disfrutar casa-lucio_6como un cochino mirando de reojo a las mozas de la sala, llena siempre de monumentos y gentes curiosas, siempre sonrientes, eso sí, pues saben que al menor descuido, las patatas desaparecen de las fuentes. Se huele el efecto plácido de la buena cocina en el ánimo de la nutrida clientela.

Qué pedazo de fenómeno es Lucio, un tipo enfundado en una impoluta chaquetilla blanca de camarero que sigue al pie del cañón, atendiendo a todos y cada uno de sus clientes. Con una sonrisa para todos, lo mismo para el visitante anónimo que para el famoso de turno, con una profesionalidad y honradez dignas de imitar. Un campeón de la gastronomía madrileña cuyo secreto radica en que todavía se lo pasa como Dios sirviendo mesas y llenando estómagos.

Ya lo repite él mismo cada vez que le dan la vara, su receta para el éxito es bien sencilla, «trabajo, humildad y ser una buena persona, eso es lo que hay que hacer para triunfar.” Ahí queda eso. ¡Larga vida a Casa Lucio!

casa-lucio_4

Casa Lucio
Cava Baja 35, Madrid
Teléfono: 91 365 82 17
Web: http://www.casalucio.es
Email: info@casalucio.es
Cierra: Agosto

COCINA Todos los públicos
AMBIENTE Tasca
¿CON QUIÉN? Con amigos / En familia
PRECIO 60 €

4 comentarios en “Casa Lucio

  1. PEDRO SUAREZ-VARELA

    EN LA PAGINA QUE ME HAS MANDADO ESTRA EN INGLES Y Y SOY CASTELLANO,N LO ENTIENDO,SI PUEDES MANDAMELO EN ESPAÑOL Y DIME SI TODAS LAS COMIDAS QUE PONES ES PARA PERDER PESO? MUCHAS GRACIAS Y UN FUERTE ABRAZO,PERO SIN HACERNOS DAÑO JAJAJAJA,ES BROOMA.

  2. Luis Pastor Pomares

    Hola David !: Tengo un mosqueo del copón. Soy seguidor tuyo y de tu programa desde hace 5 o 6 años, primero por la ETB que veía por cable, y después, cuando la eliminaron descubrí los capítulos del mismo y las recetas por internet por lo que retomé tu compañía y volví a ser feliz con las guarrindongadas, el ¡ viva Rusia !, Martín, y todo lo conforma esta especie de club de los gastrocachondos. Ahora me he alegrado por tu inicio en Tele 5, donde vas a triunfar de pleno, pero siempre hay un pero, y en este caso es que los programas en Internet, (a los que recurro cuando me los he perdido en directo) son un desastre de calidad (menos los anuncios), a veces no están completos, como p.e. el del bacalao con cocochas, etc. espero que estos sean problemas técnicos del inicio, y que en breve queden subsanados. Enhorabuena por toda tu trayectoria, y mucho garrote con el gran Martín. Abrazos, y ánimo, que ya te quedan manos kilos que perder. Estás ya casi de bigote de langostino (del Mar Menor, que son únicos).
    P.D.- Guardo un casi incunable folleto con recetas de bacalao del gran Pedro Lezama, de los años 70. Si no lo conoces, házmelo saber, y tendría mucho gusto en hacértelo llegar.
    Abrazos, LUIS

Deja un comentario