O de un cocinero idealista, soñador, apasionado y rebelde.
¿Un placer compartido?
Una caricia.
¿Un placer de tu niñez?
El pan con chocolate, mucho pan y poco chocolate.
¿Un olor placentero?
El olor de los críos, no hay nada que se le parezca en el mundo.
¿Un placer egoísta?
La soledad, elegida, es un placer inmenso.
¿Un placer para tu oído?
Que me llamen, la gente que quiero y como quiero, claro, si no pierde bastante gracia el asunto.
¿Un placer para tus ojos?
Ver a quienes amo. ¿Se puede pedir más, puede haber un horizonte mejor?
¿Un placer carnal?
El sexo. No hay mucho más que explicar.
¿Un placer desconocido?
Todavía no lo he experimentado.
¿Un placer del gusto?
El chocolate, uno de los productos más magníficos del mundo.
¿Un placer anacrónico?
Sentarme de comensal en un banquete a la vieja usanza en el Hotel Savoy y cocinado por el mismísimo Escoffier. Puestos a pedir…
¿Un placer que no cueste dinero?
Charlar con alguien interesante, escuchar, conversar.
¿Un placer del que avergonzarte?
Vaguear en la cama, la cama, dicen, es para dormir, ¿no?
¿Un placer fuera de tu alcance?
Con tantos como tengo a mi alcance, ¿para qué voy a pensar en aquellos que no?
¿Un placer irrenunciable?
La amistad.
¿Un placer sobreestimado?
La langosta.
¿Un placer golfo y confesable?
En una fiesta, tengo siempre en la cabeza la idea de que tengo que armarla, de una manera u otra, no puedo pasar desapercibido.
¿Quién es Jesús Sánchez?
Es un cocinero, que ejerce en Cantabria y que mantiene la ilusión por lo que hace, transmitiéndola al equipo con el que trabaja. Idealista, soñador, apasionado, rebelde, tiene buen humor, una mujer (Marian) y dos hijas (Marina y Lucía)…pero si le tienen que definir , además de su oficio, le gustaría que añadieran una expresión muy del sur …es “buena gente”.
