Música y paladar

Archivado en: Alíñame el día

O de cocinar al ritmo de la música.

Para gustos, los colores. Para orejas y oídos, las músicas…

Por eso que voy a cometer el atrevimiento de invitar a cocineros, cocineras, advenedizos y aprendices de marmiteros a abrir sus pabellones auditivos a ciertas piezas que aporten ánimo y agilidad a sus movimientos coquinarios, al tiempo que encienden los fogones.
Siendo así, no queda otro remedio que empezar con un ilustre músico tragón y gourmet como fue Gioachino Rossini.

Este genio vivió allá por el siglo XIX, y de él se cuenta que componía tumbado sobre su cama, hasta el punto de que si una corriente de aire se llevaba sus partituras, era capaz de comenzar a escribir una pieza de nuevo con tal de no levantarse a por los papeles.

Sin embargo, son pocos los cantantes que se atreven a afrontar sus arias debido a su enorme exigencia técnica, al alcance de ciertos elegidos y tocados por la mano de la providencia.

Oigan lo que oigan, disfrútenlo. Sus óperas completas, su música religiosa, no sobra ni una nota, no falta ni un compás, como en una receta redonda.

¿Y en la cocina? Ningún indicador mejor que sus oberturas para dejar la pasta en su punto.
-¿Penne rigate 11 minutos?
-Guillermo Tell, al dente.
-¿Macheroni 8 minutos?
-El Barbero de Sevilla, por supuesto.

Ni que decir tiene que mientras la pasta hierve, es imposible no verse espoleado por el ritmo trepidante de ambas piezas, aunque engañen y empiecen de una forma más bien tranquila.

Cuchillo en ristre, buena tocineta, rallador de queso, que hierva la nata, gran dosis de pimienta, kilos y kilos de buen humor y artesanía culinaria y los invitados encontrarán sabores nuevos y bien afinados en los platos…

Pero, ¿y si tenemos que pasar un par de horas en la cocina? ¿Qué elegimos? ¡Rantatacháán! Más difícil todavía…

Con permiso, me quedo en Italia, aunque viaje un par de siglos antes que Rossini y me quede con uno de los ochomiles de la historia de la música. Las vísperas de Monteverdi, concebidas a principios del siglo XVII.
¿Friki? Total.

Sí, es música religiosa (sigan leyendo, por favor), pero va mucho más allá. Desde la primera entonación “Deus in adjutorium meum intende”, en la que podemos arrancar un caldo que sea cimiento de una paella de campeonato, hasta el último “Magnificat” con el que pondremos el arroz a cocer, viviremos una grandísima aventura .

Elijan muy bien los pescados y mariscos, las carnes, un buen arroz bomba de Calasparra –o cualquier otro–, y el azafrán dará un sabor todavía más intenso si los acordes de esta maravilla musical están flotando en el aire.

Zampen en la mejor compañía, y para la sobremesa, con un buen habano y una copa, elijan Bach.
Pero no cualquiera, ojo. Con una atrevida vuelta de tuerca. Vayan a la tienda de discos –real o virtual, no importa– y busquen a Jacques Loussier y su trío con su joya Play Bach. Este virtuoso francés del piano echó un par de bemoles y comenzó a tratar en clave de jazz la música del gran monstruo de Eisenach, allá por los años 50.

El resultado: un anatema para algunos, seguro; pero para el resto, jazzianos o no, bachianos o no, una genialidad.

Grabaciones recomendadas
-G. Rossini, Overtures. The Chamber Orchestra of Europe, Claudio Abbado. Deutsche Gramophon.
-C. Monteverdi, Vespro della Beata Vergine. Monteverdi Choir and English Baroque Soloists, John Eliot Gardiner. Archiv.
-Play Bach n. 1 (grabación original remasterizada). Jacques Loussier Trio. Decca.

Más, en próximas entregas.

5 comentarios en “Música y paladar

  1. RAFA

    Me encantan este tipo de posts.

    Joé, no había cocinao nunca con las Vesperae Beata Virgine, pero me van entrando ganas.

    Muy buena la versión de Gardiner, por cierto…

    Ay, David, cómo se echan de menos tus nuevos programas, aunque haya material pa ver… de más.

    Y buenos vinos que estás trayendo… le tengo ganas al Calcari. Ah, prueba 2 cosillas: el Enrique Mendoza chardonnay con barrica y un albariño súper fresco, Davide se llama.

    Desearte muchas felicidades por la pasada temporada… GENIAL, y que sigas disfgrutando del verano, ¡¡¡ artista !!!

    Un fuerte abrazo desde Sevilla.

  2. Dani

    #RAFA ¡Muchas gracias! Hay que poner un poco de música a la vida y a la cocina…
    No te pierdas las próximas.

  3. biscayenne

    No conocía la música de Loussier!

    Muy interesante la entrada, yo siempre cocino con música en la cocina y dependiendo de lo que haga, pongo una cosa u otra…

  4. Ferrán Blasco

    Hola melococinomano, una tal Biscayenne me ha enviado tu URL y el título del blog ya se ha presentado muy sugestivo. Felicidades por el enfoque, me encanta.
    Mi aportación al tema es contar lo que ha sido la preparación de la comida para la familia, algo diferente a tus propuestas, Susan Tedeschi a todo trapo para una ensalada de tomate y atún y unos huevos y patatas fitas (del huerto, así como los tomates). La comida ha salido genial (mis habilidades culinarias son lo que son y no dan para mucho más ;)) y algo habrá tenido que ver la blueswoman Tedeschi.
    Saludos

  5. Dani

    #Ferrán Blasco Me alegro de que te haya gustado! Yo, en blues y jazz todavía estoy muuuy verde. Aún ando hurgando en el S. XVII, jejeje.
    Y gracias @biscayenne por darme tanta publi!

Deja un comentario