Lukas Zerkaosteta

O de una vinoteca que le llevará al cielo.

El que fuera jugador de la Real Sociedad, Aitor López Rekarte, un apasionado de los vinos y la buena mesa, colgó las botas y se lió la manta a la cabeza montando en Arrasate un tiendón, Lukas Zerkaosteta, que es, para un servidor, un espectáculo mucho más estimulante que el que acontece en un campo de fútbol con una pelotita y 22 tíos en calzones.

Hagan cuentas, 310 metros cuadrados, divididos en dos plantas, con tienda, vinoteca y restaurante, como para 40 personas, al que se ha incorporado recientemente Félix Garrido, un chaval forjado con los grandes, que atesora tanto entusiasmo como oficio. Hay de todo como en botica, es un verdadero territorio para perderse: aceites, vinagres, sales, ventrescas, foie-gras, productos orientales, ecológicos, italianos, un fascinante totum revolutum que alcanza hasta 600 referencias diferentes y unas 400 en bodega.

Déjense asesorar, poseen un maestría sobresaliente a la hora de guiar al cliente como la seda. Disponen de una pequeña barra donde, mientras uno se decide, podrán probar entre 8-10 vinos de la tienda que van rotando, con denominaciones y propuestas valientes, atractivas, de las que no dejan indiferente. Si empieza a apretar el hambre, pídanse una ración de ibéricos o alguna latita, y mientras ponen cara de sumiller experimentado, disfruten como enanos bosquimanos de la experiencia, que la vida son dos días y por el camino hay que quemar hasta las fallas de Valencia.

Lukas Zerkaosteta
Iturrioz, 11 – bajo
20500 Arrasate. Gipuzkoa
Tel: 943 794 879
info@zerkaosteta.com

3 comentarios en “Lukas Zerkaosteta

  1. Xabier Bilbao

    Yo, que soy de talla «David de Jorge» pido por dios que dejen de poner sillas con brazos en todos sitios.

    Hacen que la estancia en los mismos sea una tortura

  2. Xabier Lete

    Yo no vuelvo. esta lleno de prepotentes, «sabiondos listos y enterados» en el tema del puto vino. y como ha comentado este señor, esas sillas grandes de plasticucho no valen mas que para darles fugo en mitad de la huerta. La comida deja que desear y se sobran con los precios.

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