d’Berto

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O del lugar donde reencontrarse con la cocina en puro estado «Diógenes».

Especialistas en pescados y mariscos de tamaño descomunal.

Cuatro días en Galicia dan para mucho y lo pasas pipa, si llegan en automóvil, les lanzo aquí planes que deben considerar; visiten al chef Flavio Morganti, escápense a dormir hasta Allariz y recorran sus callejuelas siguiendo el rastro de Romasanta, un sanguinario hombre lobo que allá estuvo encarcelado; dirijan bien de mañana sus pasos a Santiago de Compostela y paseen por callejuelas y plazas, mójense bajo la lluvia y disfruten en Casa Marcelo como príncipes, ya saben, rua Hortas número uno; eso sí, cuando pretendan comer marisco, todos los chefs le guiarán hasta Marisol y Berto Domínguez García, hermanos atómicos que pilotan en O Grove un restaurante de materia prima jurásica, no darán crédito del tamaño de los bichos que bucean en su piscina, ¡madre mía!

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Luce fachada discreta y ofrece una empanada de aperitivo que rompe la pana; como buena parte de la cocina galega, no tiene mácula de condimentos y es plato que reproduce la más antigua tradición pero, al mismo tiempo, se atreve a la aventura, pues acomoda en su seno centollas, percebes, zamburiñas o xoubas, pequeñas sardinas purificadas por un sofrito de cebolla y tomate, con toque preciso de perejil, ajo, vino blanco y fuego vivo para despachar el cocimiento en el horno; si como dice Jean François Revel, la cocina contemporánea se caracteriza por la conquista del aire y la domesticación de los aromas naturales, estoy seguro de que Carème, Gouffé o Escoffier apreciarían un buen pedazo de este monumento.

huevas1Sabrán que Diógenes rechazaba el fuego como principio de la civilización y se alimentaba de productos crudos, así que en esta casa lo pasaría teta. ¡Tanto sacrificio para domesticar brasas, inventar pucheros y parrillas! Sus maestros eran los animales y aprendía a diario de ellos observando la conducta nutricia de gatos, cabras, tigres, peces, pájaros o corderos; apreciaba y justificaba a los lobos, las bestias carniceras más salvajes, «cuando se prueban entrañas humanas mezcladas con carroña, es inevitable convertirse en lobo».

Lo mismo se dice de hienas y algunos donjuanes, que al probar el cuello de sus presas, quedan empachados para siempre. Sin embargo, Diógenes comía ostras, berberechos, almejas o mejillones y los prefería antes que un muslo, el bocado preferido por el citado Romasanta, fíjense; si probrara los moluscos de la tasca de O Grove vería luces de colores, pues son de don Laureano Oubiña y surgen de las profundidades de la Ría de Arousa.

¿Ansían comer un buen centollo? No esperen, que la vida es breve. Hinquen la piñata a un buen macho de tres kilos, que es la talla y el sexo preferido por el patrón y los pescadores de la zona, sí, no tienen huevas y es pena, pero el sabor de su carne es superior y las cracas de su concha indescriptibles sorbidas con cuchara; si les queda jugo en el fondo, úntenlo con la hogaza de la casa, elaborada en la panadería chanca de la vecina localidad de Dena.

Rematen con un buen pescado a la brasa, unas egalas de mero asadas a la espalda con sus grelos y sus patacas, pero sepan que pasarán ante sus ojos cigalas de medio kilo, nécoras de cuatrocientos gramos, bogavantes tamaño “Godzilla”, camarones, navajas, lubinas, merluzas, rapes, san martiños, sargos, palometas, rubios o corujos.

Hay pulpo a la brasa, si así lo desean, pero sean cuidadosos pues Diógenes se enfrentó a un perro para arrancarle de las fauces un pulpo crudo, y el animal lo mató, aunque otras fuentes dicen que ganó en la lucha y que, luego de comerlo crudo, murió de una espantosa indigestión rodeado por muchos de sus discípulos; escribe Plutarco que envuelto en su manto y, llevándose los tentáculos a la boca, dijo, «es por ustedes que arriesgo mi vida y corro este riesgo».

En d’Berto no correrán mayor riesgo que aquel de no llegar sanos a los postres; se perderían las filloas rellenas, la mousse de queso de tetilla con compota de manzana y las cañas fritas “do Cerviño”.

d’Berto
Teniente Domínguez, 84
O Grove
Tel.: 986 733 447
www.dberto.com

COCINA: Todos los públicos
AMBIENTE: Modernito
¿CON QUIÉN?: Con amigos / En pareja / En familia
PRECIO: 60 €

Publicado el 26/02/2009 en el suplemento GPS de El Correo y el 27/02/2010 en el Diario Vasco

Crédito fotográfico by Lobo Altuna

5 comentarios en “d’Berto

  1. PATXIKU

    HOLA,ME ENCANTO,FUI RECOMENDADO POR PEPE VIEIRA,Y UNA PASADA.¿QUIEN DICE Q EL MEJOR ARISCO ESTA EN MADRIDDDD? MENTIRA

  2. JON

    Sitio elegante, servicio bueno.marisco excelente, carta de vinos con variedad notable, pero elijan ustedes no se dejen aconsejar pues les meterán vinos impresentables. Para terminar, el precio de las cigalas supera por mucho lo razonable

  3. luis

    Pues estuve ali varias ocasiones y me ha enamorado el sitio, el trato exquisito sin ser pesado y sobre todo la materia prima y la elaboracion, desde luego no dejeis de daros el gustazo y probar el pastel de cabracho, la insuperable empanada casera y cualquier pescado que os recomiende BERTO. ah y las carnes estan de vicio tanto el solomillo como el entrecot.

  4. Nacho

    Materia prima de categoría,hemos estado dos veces esta
    Semana y las recomendaciones de vino muy
    Buenas,dos alvarinos desconocidos para mi,leirana y pazo
    Baion……d,berto for ever
    Y lo dice un donostiarra que algo entiende de
    Marisco y pescado
    Ah!y los vinos mas baratos y tan buenos como
    El típico terras gauda que tomamos en Donostia

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