O de una disertación minuciosa hasta el infinito acerca del cocktail.
…Y es que supuestamente nadie sabe de dónde salió cocktail. El casi siempre moderado Oxford dice que el origen “appears to be lost”; da la primera aparición de la palabra en 1803: Farmer’s Cabinet 28 Apr. 2/3: “Drank a glass of cocktail excellent for the head… Call’d at the Doct’s… drank another glass of cocktail.”
En Cupbard love de Mark Morton hay varias posibilidades: una, imposiblemente ridícula, quiere que derive del nombre Xóchitl, la “princesa azteca” que preparó uno la primera vez (lástima que Morton no dé el nombre del orate etimólogo); otra, que venga de kaketal, que según esto es el nombre del alacrán en algún lugar del África occidental que nadie puede recordar, y viene de ahí, dicen, porque ambos, coctel y bicho, van con piquete.
Otra, tal vez menos delirante, que viene del francés coquetier que, dice l’Académie en 1798, est un utensile de table sur lequel on met un oeuf pour le manger à la coque, una madrecita donde se pone un huevo para comerlo en su cascarón: el boticario Antoine Peychaud, que llegó a Nueva Orleans en 1793, servía su mezcla de bitter, whiskey y azúcar (el primer coctel, según) en un coquetier. Por lo menos esta versión medio coincide en el tiempo con la primera aparición de la palabra y con su saludable contenido (“excellent for the head”). Hay una frase en Dickens: “He could drink more rum-toddy, mint-julep, gin-sling, and cocktail, than any private gentleman of his acquaintance”. Un gran bebedor. El toddy es un chupe de whisky (o ron o gin o brandy) con agua caliente y azúcar; viene en estos versos cantarines de Robert Burns (1786):
The lads an’ lasses, blythely bent,
To mind baith saul an’ body,
Sit round the table, weel content,
An’ steer about the toddy,
pero mucho más memorablemente en la máxima rola de Cole Porter, You’re the top (y sí lo eres, neta), que es de 1934 y repite la rima de Burns:
You’re the top!
You’re a Ritz hot toddy.
You’re the top!
You’re a Brewster body.
Así servían el hot toddy en el Ritz: agua caliente, brandy, azúcar, limón y vara de canela (ya de paso: Brewster body es la carrocería de hiperlujo que la Brewster Co. empezó a vender a principios de siglo). El mint-julep, típico de Kentucky, es mezcla de menta, azúcar, hielo mortificado (como un mojito) y bourbon. Está descrito en los viajes de John Davis (1803): “A dram of spirituous liquor that has mint steeped in it, taken by Virginians of a morning”; su nacimiento mitológico viene en el poema Mint julep de Charles Fenno Hoffman: en el Olimpo a Baco se le acaba el alcohol; entre los dioses deciden crear un trago (a draught) que mande a la sombra cualquier vino bebido jamás; Ceres pone los granos, Pomona el jugo del melocotón (¿?), Venus el hechizo, la calentura, Flora las yerbas (la estancia va así: Flora then, from her bosom of fragrancy, shook, / And with roseate fingers press’d down in the bowl, / All dripping and fresh as it came from the brook, / The herb whose aroma should flavor the whole; uno como que sí se imagina surfeando en ese seno fragrante), Júpiter el hielo o granizo. Está mamón pero vale la pena leerlo; al menos el último cuarteto:
The draught was delicious, and loud the acclaim,
Though something seemed wanting for all to bewail;
But Juleps the drink of immortals became,
When Jove himself added a handful of hail.
En la edición de 1921 de American Language Mencken pone julep en la lista de palabras que sobreviven del siglo diecisiete en inglés gringo pero que “desde hace mucho son obsoletas o meramente provincianas en Inglaterra”. (Me desespera que en esa edición no aparezcan detalles sobre el mint-julep, aunque Mencken sí menciona, entre otros, el rickey, el horse’s neck, el Mamie Taylor, el Tom-and-Jerry, el Tom-Collins, el brandy-champarelle, el golden-slipper, el hari-kari, la locomotive, el whiskey-daisy, el blue-blazer, el black-stripe, el white-plush y el brandy-crusta, así sea para decir que su origen es “quite unknown”. En cambio, en la edición de 1966, que no puedo revisar, sé que aparece esta frase: “The true father of the mint julep is the smash, traced in the form of brandy…” Pero Google Books no deja leer más. Ojetes.) El de Autoridades, en 1734, dice de julepe: “Term. Pharmacéutico. Bebida dulce, compuesta de aguas destiladas, o liquores cocidos y clarificados, y azúcar, que suelen dar para refrescar y confortar los espíritus; viene del Arábigo Julep, que significa lo mismo” (Oxford disiente ligeramente: dice “ad. Arab. julāb, a. Pers. gul-āb”, que es “agua de rosa”, gul=rosa + āb=agua), y cita la autoridad de un señor Oña, al que no fingiré que conozco, que en el discurso 8 del primer capítulo del primer libro de sus Postrimerías del hombre cuela estas frases: “Le ordenó un divino brebage, una pócima celestial, un julepe soberano”; y bueno, ya encarrerados, en el Cancionero de Baena están estos versitos: “E pues que qujsystes saber mjs dolores / consolame vos flor de dezjdores / con algund julepe de buenos olores / commo a otros fazedes…” (Las Postrimerías son de 1603; el Cancionero, de la primera mitad del siglo quince.) Ya nomás por no dejar: el otro trago que aparece en la frase de Dickens que generó este fárrago, el gin-sling, viene descrito así en el British and Foreign Spirits de 1864: “The American summer drink, Gin Sling is prepared thus: Gin and water, sweetened with pounded white sugar, in which are stuck leaves of fresh gathered mint”: lo mismo que un mint-julep, pues, nomás que con ginebra… Ah, y antes aparece en la lista American Summer Drinks de Hints for the table de 1859, abajo del mint-julep, con la admonición “igual que el anterior”… Carajo, ya no me acuerdo de qué estábamos hablando.
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Crédito fotográfico by maessive