O de una tinta que ha hecho correr unas cuantas leyendas.
Empiezan a llegar a la pescaderías los “begi-haundis” y siempre me preguntan si sus tintas son tóxicas en crudo. Y parece que sí, si lee esta columna alguien del Aquarium que nos lo confirme en la sección de cartas al director, por Dios. Esa es la pregunta del millón, quién fue el primer “listomari” que se animó a calentarla y cuántos se quedaron en el camino intentándolo. Es curioso porque sólo hay dos lugares en el mundo que no se sorprenden de la oscuridad de la salsa negra, el País Vasco y Venecia, que utilizan las tintas para sus típicas salsas de chipirones y sepias respectivamente. El negro es un color que no existe como tal en la cocina, con estas fabulosas excepciones. Al menos aquí damos fe de que hay chipirones en su tinta morrocotudos de verdad, los que guisan cada una de nuestras madres, benditas ellas. Pero si la vieja no anda cerca y surge el antojo, los que estofan en el restaurante Urepel, con un eterno pochado de verduras, nos hacen tirar de servilleta o más bien relamernos las barbas, que tampoco somos tan finolis, caramba.
Restaurante Urepel
Pº Salamanca 3
Teléfono: 943 42 40 40
Yo he comido chipirones en su tinta en un restoran en Puerto Natales (Chile), la verdad es que dejaban un poco que desear, pero lo bueno fué que les pregunte si era un plato típico de allí y me dijeron que efectivamente,¡toma ya!
paco, seguro que a puerto natales en algún momento de su historia llegaría un vasco con mucha hambre que guisó unos chipis con su cebolla, pimiento verde y tintas… la cocina es viajera y echa raíces, ya sabes. jejejeje. salud!