No hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen.
«No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mrs. Bell. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mrs. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo».
Escrito por Truman Capote.
Crédito fotográfico by santocielo