Agua de azahar Tena

Tendrían que otorgar el Premio Nobel de la Paz al amigo Antonio Adalid Luca de Tena por mantener viva la tradición de este ingrediente con solera, que no es otra cosa que un concentrado de agua de azahar obtenido de la flor del naranjo agrio o “citrus aurantium”, que es ese perfume fabuloso que inunda Sevilla entera en primavera, ¡menuda maravilla!

Este destilado de aroma inconfundible y sabor ligeramente amargo que nos alegra la vida es tan venerable como las mismas monjas de San Leandro, que como todo el mundo sabe, confeccionan todo tipo de confites de sabor conventual que nos llevan al cielo.

Antiguamente, un trago de este elixir era remedio para encarrilar un cuerpo entumecido o para hacer brillar la tez de las damiselas que necesitaban acudir radiantes a sus citas, aunque muchos otros reconocían su aroma en el rosco de reyes, la masa franchipan y demás golosinas finas.

La clásica botella azul marca carácter y la hace reconocible a veinte leguas, así que si quieren seguir gozando de sus milenarias propiedades, busquen aplicaciones modernas añadiéndola a cubalibres y gintonics, licuados saludables de frutas y verduras, vinagretas o a la señorial macedonia, ¡larga vida a don Antonio y a su agua bendita!

www.aguadeazahar.com

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