Dicen que los vinos recogen las características del suelo y de la fruta y este vino es el reflejo del campo gaditano, pues está parido en el entorno de Jerez de la Frontera. Lo guisan con distintas variedades, Syrah, Cabernet Sauvignon, Tintilla de Rota, Merlot y Petit Verdot, criado doce meses en barricas nuevas y de segundo uso de roble americano y francés.
Es balsámico y especiado, con buen punto de fruta y el tueste de la madera. El primer golpe es dulzón y suave y acompaña de miedo a la chacina, los fritos, un asado o buen tarugo de queso payoyo.
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Precio aprox.: 17 euros
