En muchas ocasiones me he declarado entusiasta incondicional del mollete antequerano, que como ustedes saben es un panecillo tierno de miga suelta y corteza delicada como la témpera, bien parecida a la piel incorrupta que pintaba en sus cuadros el fenómeno de Andrea Mantegna, transmisor de sufrimiento y desolación.
En el caso del montaíto que hoy nos entretiene, elaborado en el mismo Arenal sevillano, a dos pasos de la Catedral y a tres “pases” de la Maestranza, les diré que es una portentosa obra de ingeniería que coloca en el mismo centro del bollo una cantidad generosa de carne desmigada de puchero elaborada a diario por la señora Rosario en la misma cocina de su casa, y servida por su hijo Fermín a pie de barra, en forma de bocadillo bien churruscaíto, para que la mordida sea jugosa y el pellejo del pan pase de piel de pintor del quattrocento italiano a bollo tostado y mestizo como las gitanas de Julio Romero de Torres. No nos pongamos estupendos, así que cómanse dos y disfrútenlos con una cerveza bien tirada con esa telera de espuma característica de las cañas sevillanas.
La casa presume de una excelente tortilla de patatas, de sus gloriosos boquerones en vinagre y de buena mano para planchear o hervir gambas, cortar mojama, queso, hueva de merluza, chacina, abrir latas de mejillones en escabeche y liarla parda con otros bocatas de verdadero relumbrón, entre los que destacan el caliente de gambas con alioli, el de serrano con salmorejo, carne mechá en salsa o el de chorizo picantorro desmenuzado como la zurrapa, ¡inmenso!, que está para ponerle un piso y taparlo con una manta de cachemir de Loewe.
Bodega San José
C/Adriano 10 – Sevilla
Tel. 954 224 105
Precio: 2’50 euros
no puedo sino llamarte cabronazo…ahora me toca ir a Sevilla y no tengo días libres :(