Panettone de chocolate

Sabrán que los Oompa Loompas son personajes paridos por el escritor británico Roald Dahl, que los hizo corretear de un lado para otro de la fábrica de chocolate Willy Wonka. Los animalejos vivieron en Loompalandia, provincia de Albacete, hasta que el colega Willy los domesticó y los puso a currar a destajo a cambio de habas de cacao, su alimento predilecto.

Los lectores más pellejos los recordarán en la película de 1971, en la que llevaron llamativos trajes, cara anaranjada y cabello verde como Ágatha Ruiz de la Prada en sus años locos, y los más jóvenes, los habrán visto saltando en la versión de Tim Burton, más reciente.

Les cuento esto para justificar mi adicción por el panettone de maese Torreblanca, que como sabrán es uno de los mejores pasteleros del mundo mundial y tuvo la gentileza de pasearme hace bien poco por su magnífico obrador en Petrer, en el que te sientes Oompa Loompa por la deslumbrante variedad de color, aroma y sabor que destilan sus armarios de fermentación, los hornos y las estanterías en las que aguardan todas sus especialidades y confites, verdaderos timbres de gloria de un lugar indescriptible: polvorones, turrones de yema, Jijona o Alicante, naranjas confitadas, yemas, glorias, “stollen” de frutas escarchadas, rocas y quicos forrados de chocolate, almendrucos, roscas de mazapán y yema o castañas confitadas.

Ahora que vivimos empachados y la pasteurización y la vulgarización de los productos nos acecha, pues hasta las gasolineras apilan panettones incomestibles, es un recomendable ejercicio de nobleza devolver las cartas de naturaleza a esta especialidad tan deshonrada echándole el guante al que manufactura el amigo Paco, considerado por los mismos italianos como uno de los mejores del mundo. Verán la luz, como el amigo Goethe, pues está fraguado con ingredientes naturales, harina, azúcar, mantequilla, yema de huevo, chocolate negro, cacao, naranja, miel y especias, destacando por su jugosidad y miga esponjada. Se caerán de culo si lo prueban. ¡Viva Torreblanca!

www.bytorreblanca.es
Precio aprox.: 50 euros – pieza de 1.950 g

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