No hay mejor plan para un sábado que los colegas se acuerden de uno y lo inviten a comer a mesa puesta. Así que dicho y hecho, y para que se repita la invitación nada hay más inteligente que acudir a la cita cargado de bolsas y tocar la puerta a puntapié, por no llevar las manos libres.
Si llevan esta golosina les sacarán a hombros, pues el amigo Ibontxo dice que es el vino que le gusta a su jefe, y ni corta ni perezosa y en un pispas, su chica Andrea se pone a abrir sobres de jamón ibérico como si no hubiera un mañana y acabas dándole a la centolla cocida y cerrando el festín con solomillo.
Y ahí estará el Roda, al quite como el buen torero, pues lo mismo lidia con pescado que queso o embuchado, con esa fruta mantecosa, sedoso, fresco y con la expresividad de su cuadrilla: el Tempranillo, el Garnacha y el Graciano, ¡ole, ole y ole!
www.roda.es
precio aprox.: 25 euros
